Tlacuache

Tlacuache: el marsupial americano
Seguramente, cuando hablamos de aquellos animales que poseen una bolsa ventral de piel llamada marsupio (de ahí el nombre de marsupiales) que consiste en un saco cutáneo presente únicamente en las hembras (el macho posee un rudimento de marsupio) que tiene la función de protección y alimentación para que las crías puedan terminar su desarrollo embrionario y posnatal, nos remontamos al continente australiano e inmediatamente pensamos en los canguros. Pero no sólo este continente resguarda a los representantes de este grupo, ya que nuestra región es el hogar de un marsupial muy americano: la zarigüeya, tlacuache o Virginia opossum en inglés (Didelphis virginiana).

Los tlacuaches son animales que viven en su mayoría en las zonas tropicales; además poseen cinco dedos en cada pata, con un pulgar oponible, lo que recuerda mucho a una mano humana. Se muestran activos durante la noche y presentan costumbres predominantemente arborícolas. Por tierra se desplazan con mayor lentitud, situación que los ha convertido en los mamíferos con más alto índice de atropellamiento en las carreteras asfaltadas y caminos de terracería de la región, con un promedio de un tlacuache atropellado cada cinco kilómetros (datos generados para 240 km analizados de la carretera federal 200, entre Rincón de Guayabitos, Nayarit y Tenacatita, Jalisco).
Una de sus características más sobresalientes es su manera de defenderse de los depredadores, ya que al carecer de métodos activos de defensa, prefieren fingirse muertos. Poseen pocos enemigos debido al desagradable olor que emana de su piel.
Cuando adoptan una actitud agresiva, segregan un olor muy desagradable a través de dos glándulas anales. Su dieta esta constituida principalmente de insectos, pequeños invertebrados, carroña, fruta y una amplia gama de plantas.
A pesar de su aspecto desaliñado y fuerte olor, esto no ha sido limitante para que algunos pobladores de la región lo incluyan dentro de su apartado culinario.
La zarigüeya fue el primer animal americano que los europeos conocieron alrededor de los años 1500. Además, dentro de la medicina tradicional mexicana, se empleaban las colas de este marsupial para preparar un remedio que aminoraba los dolores de las parturientas. Actualmente se sabe de la efectividad de este remedio, ya que posee elementos activos que contrarrestan satisfactoriamente este tipo de padecimientos.

publicado por: Lorena Ontiveros Realpozo