El manatí de florida junto con los manatíes son mamíferos de la familia de las Trichechidae, género Trichechus, o mejor conocidas como vacas marinas.
Viven tanto en agua dulce como salada y son herbívoros, todo el día buscan y comen plantas marinas. A los Manatíes de florida se les considera como una especie distinta aunque el sistema ITIS (Integrated Taxonomic Information System) les considera como una sub-especie.
El manatí de Florida es grande, mide de largo de entre 3 y 4.5 metros y llega a pesar 500 kilos, sus cuerpos son grandes de color grise con algunas “manchas” rosadas y de colas en forma de espátula en lugar de bífidas como las otras especies de vacas marinas.
Viven tanto en agua dulce como salada y son herbívoros, todo el día buscan y comen plantas marinas. A los Manatíes de florida se les considera como una especie distinta aunque el sistema ITIS (Integrated Taxonomic Information System) les considera como una sub-especie.
El manatí de Florida es grande, mide de largo de entre 3 y 4.5 metros y llega a pesar 500 kilos, sus cuerpos son grandes de color grise con algunas “manchas” rosadas y de colas en forma de espátula en lugar de bífidas como las otras especies de vacas marinas.
El manatí de florida tiene crías cada 2 o 5 años, las cuales nacen midiendo de entre 90 a 120 centímetros de largo y pesando en promedio 35 kilos. Las crías viven exclusivamente con la madre (aproximadamente 2 años) quien le da leche hasta que los dientes de la cría son lo suficientemente fuertes para comer cosas mas duras. El manatí de Florida llega a la edad adulta a los cuatro años y llegan a vivir hasta 60 años.
El manatí de florida es una especie en peligro de extinción debido a factores como su caza indiscriminada por su grasa y carne, pero también a la modificación de su hábitat, ya que al buscar aguas más cálidas se acerca a plantas de energía u otras fuentes artificiales de calor que las hace dependientes y dejan de migrar.
El manatí de florida se ve amenazado también por las aspas de los botes que hay en la zona donde viven, ya que al buscar estas fuentes de calor artificial se acercan mucho a centros habitacionales o centros de generación de energía.
Otra de las amenazas actuales que sufre el manatí de florida es la mezcla de partes metálicas o materiales tóxicos entre las plantas marinas que consume.
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